¿Dónde se originará la próxima crisis financiera? En pocas palabras: ¡quién sabe! Eso sí, podemos buscar vulnerabilidades en el sistema susceptibles de transformarse en problemas si no se las trata.
¿A qué nos referimos al hablar de una vulnerabilidad? Se trata de un punto débil que puede amplificar y difundir un shock económico inesperado, incrementando el nivel de riesgo para el sistema financiero. Es como el impacto que tendría un terremoto en una casa construida en un arenal, en lugar de un lecho de roca. En el mundo financiero, el lecho de roca puede fisurarse como consecuencia de un fuerte endeudamiento y de descalces en los factores de riesgo de las instituciones, como las monedas y los vencimientos.
Uno de estos puntos débiles es el nivel de deuda de las empresas estadounidenses y los riesgos que asumen sus inversionistas. El crédito a empresas sumamente endeudadas y con mala calificación crediticia está en alza y podría representar una fisura cada vez más ancha en el sistema.
Esta y otras vulnerabilidades están reflejadas en el gráfico de la semana, en una escala de cinco puntos que va de la más baja (en verde oscuro) a la más alta (en rojo) en seis sectores y cinco grupos de países. El gráfico muestra la distribución de las vulnerabilidades en seis sectores de cinco regiones. Está basado en docenas de indicadores que abarcan las dos últimas décadas. Para más detalles, consulte el anexo en Internet de la edición de abril de 2019 del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR, por sus siglas en inglés).
El gráfico muestra que, históricamente, las vulnerabilidades son elevadas en varios sectores. La deuda pública de la zona del euro sigue siendo una de las vulnerabilidades más graves que acechan al sistema financiero internacional, y también es elevada en Estados Unidos y muchos países de mercados emergentes. En las economías avanzadas fuera de la zona del euro, el endeudamiento de los hogares es alto. En China, las vulnerabilidades son agudas en varios sectores, incluidas las instituciones financieras no bancarias.
Sabiendo qué vulnerabilidades son delicadas o están en aumento, las autoridades pueden tomar medidas para proteger sus propios sistemas financieros, así como el sistema financiero mundial. Por ejemplo, pueden obligar a los bancos a captar más capital, pueden reducir el nivel de deuda pública o pueden restringir el endeudamiento de los hogares o las empresas. Pero las lagunas en los datos siguen siendo un obstáculo importante para realizar un análisis exhaustivo de la vulnerabilidad y deben corregirse.
